Recordemos, que la 1ª actividad del Programa, tuvo un enfoque dirigido a rescatar y revalorizar dos hechos que se realizaron en la Conmemoración del Bicentenario de la Revolución de Mayo, como fueron la Cabalgata de Banderas del Bicentenario y el Ascenso al Cº Yapeyú; desarrolladas como Exposiciones, en las Escuelas secundaria y primaria de la Localidad, durante las Fechas Patrias de Mayo y Junio ppdo.
Este 2º Encuentro, estuvo dirigido a las Costumbres Criollas, y en referencia directa al caballo y su entorno.
La exhibición de elementos, accesorios propios y vestimenta gauchesca, permitió establecer la conexión de objetos como manifestación cultural de un modo de vida identificado con las costumbres criollas.
Entre las tareas propias dedicadas a estos animales, pudo observarse cómo se calza un caballo.
Una característica dada por la costumbre del calzado, es la mansedumbre y docilidad del animal.
En principio, se comienza realizando un rebaje, para el correcto calzado de la herradura.
En principio, se comienza realizando un rebaje, para el correcto calzado de la herradura.
La colocación de clavos debe hacerse de manera tal que la herradura quede firme, y no se mueva en la pisada del animal.
Una vez bien clavados, se corta todo resto que sobresalga.
Estas herraduras son de hierro, realizadas en máquinas, con planchuelas. Tiempo atrás, éste era un trabajo del herrero. Nos cuentan Fermín y Jorge que, en esta zona, aún hay herreros, pero que ya no calzan como antes debido a la escasa demanda; además haciéndose de manera artesanal ha dejado de ser una fuente de trabajo.
Por último, se procede al limado.
A veces, puede asentarse la pata del animal sobre la rodilla, pero para hacerlo de manera más práctica, se asienta sobre una simple estructura de madera y hierro, a la que denominan “burrico”, y se procede así al escofinado.
Mientras tanto, los caballos ya ensillados se disponían al paseo de los niños.
El espacio y las actividades, también eran propicio para compartir una mateada con amigos, la familia . . .
y además, chocolate y pan casero para grandes y chicos, entre turistas, visitantes de otras localidades y residentes.
Una tarde de grato esparcimiento, compartida con mucha alegría en el disfrute de incansables vueltas a caballo, casi hasta el atardecer.
Así, el Programa “Cultura y Tradición”, incentiva a través de sus actividades, la recuperación, revalorización de las tradiciones y la trasmisión de conocimientos a distintos sectores de la sociedad.-